La apertura del Museo de Arte Carrillo Gil significó la existencia de uno de los primeros espacios que mostraba al público las manifestaciones artísticas de principios del siglo XX en México. En sus más de cuatro décadas de existencia, el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) continúa con esta labor a través de la incorporación de nuevas obras de artistas como Eduardo Abaroa, Magali Lara, Germán Venegas, Gerardo Suter, León Ferrari, entre otros artistas, cuyas piezas generan nuevos diálogos con la colección original.

Inaugurado en 1974, el MACG se concretó para ofrecer un lugar destinado a conservar, preservar y difundir la colección de Alvar y Carmen Tejero de Carrillo Gil, además de dar al pensamiento contemporáneo un recinto apropiado para el desarrollo de los lenguajes plásticos emergentes. Durante 45 años de vida, el museo ha logrado consolidar su misión a partir de su programa expositivo y del valioso resguardo e investigación de una de las colecciones públicas más relevantes del arte moderno mexicano.
Desde sus inicios, el MACG ha sido un referente como espacio de experimentación en el medio del arte de nuestro país. En un principio, la incorporación de la obra de caballete de los artistas que formaron parte del movimiento muralista, y más adelante, la obra de artistas como Wolfgang Paalen y Gunther Gerzso, representantes de la tendencia abstracta, fueron apuestas vanguardistas por su carácter experimental y provocador en su momento. Esta tendencia ha caracterizado al MACG a lo largo de los años al continuar abriendo sus puertas al trabajo de artistas jóvenes para convertirse frecuentemente en el espacio en donde exponen por primera vez.
Sigue leyendo